Reforma Fiscal de Trump 2025: Por Qué Es una Oportunidad de Oro para Invertir en Estados Unidos
El lunes 2 de junio de 2025 marca un punto de inflexión en la política fiscal de Estados Unidos: el Senado inició el debate oficial de la propuesta de reforma fiscal de 3.9 billones de dólares presentada por el presidente Donald Trump. Llamada informalmente “One Big Beautiful Bill Act”, esta ambiciosa propuesta busca extender y expandir los recortes fiscales introducidos en 2017, al tiempo que incorpora nuevas exenciones para ingresos por propinas y horas extras, entre otras medidas.
Pero lo verdaderamente significativo no es solo el tamaño del paquete fiscal. Lo que hace de este proyecto un acontecimiento clave para el inversionista global, especialmente el latino, es la transformación estructural que puede provocar en el entorno económico de los Estados Unidos. Y donde hay transformación, hay oportunidad.
Impacto económico: Qué cambiaría
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), la ley podría añadir entre $3.8 y $4 billones de dólares al déficit nacional en los próximos 10 años, dado que se espera una caída importante en la recaudación tributaria. No obstante, defensores del plan sostienen que esta inyección de liquidez al sector privado permitirá un repunte económico vía consumo e inversión.
Lo más destacable es que se reduce el impuesto a la renta a individuos de clase media, se mantiene la tasa preferencial a corporaciones en 21%, y se amplían deducciones a empresas que invierten en infraestructura y bienes raíces. Además, se simplifican los requisitos para declarar ingresos por arrendamientos, lo cual es altamente atractivo para inversionistas inmobiliarios.
Opiniones divididas, oportunidades claras
Las reacciones han sido mixtas. Elon Musk, quien ha sido una figura influyente en debates sobre eficiencia gubernamental desde enero de 2025, expresó que “una política fiscal tan expansiva sin ajustes estructurales podría comprometer la salud financiera futura del país.” Las agencias Moody’s y Fitch incluso han advertido que podrían revisar la calificación crediticia de Estados Unidos si no se equilibran las cuentas en el mediano plazo.
Sin embargo, en la otra orilla, grandes fondos como BlackRock, Bridgewater y JP Morgan Asset Management ven esta reforma como una oportunidad para expandir sus operaciones, especialmente en sectores como energía, tecnología e infraestructura. De hecho, ya se están reorganizando portfolios para aprovechar el nuevo entorno fiscal.
Sectores estratégicos que ganan con la reforma
1. Bienes raíces comerciales y residenciales
La simplificación fiscal y las exenciones a ingresos pasivos por alquileres colocan al sector inmobiliario como uno de los principales beneficiarios. Las inversiones en propiedades multifamiliares, edificios comerciales y proyectos de renovación urbana están proyectando un retorno entre 9% y 12% anual, dependiendo de la ciudad.
2. Infraestructura
Con más incentivos para obras públicas, zonas económicas especiales y construcción de vivienda, el gobierno espera movilizar más de $1 billón del sector privado hacia estos sectores en los próximos cinco años.
3. Tecnología e IA
La reforma también introduce beneficios para empresas tecnológicas que reinviertan utilidades en investigación y desarrollo (I+D). Google, Amazon y startups de Miami y Austin ya están proyectando incrementos de capital en esas áreas.
4. Energía y manufactura
El plan fiscal contempla deducciones agresivas para empresas que reubiquen su manufactura en los Estados Unidos y adopten fuentes de energía limpia o mixta. Esto, además de aumentar empleos, impulsará los parques industriales del sur del país.
¿Y para los inversionistas hispanos?
Esta es la mejor parte. Para los inversionistas de América Latina, esta reforma representa:
Menores impuestos a los ingresos pasivos (renta de propiedades, dividendos).
Mayor acceso a financiamiento estructurado, como préstamos con respaldo de activos o modelos DSCR.
Seguridad jurídica y protección del capital en dólares.
Estabilidad macroeconómica, incluso en medio de déficit fiscal, ya que Estados Unidos sigue siendo el emisor de la moneda más fuerte del planeta.
Además, los bancos están reactivando líneas especiales para extranjeros. Según Freddie Mac, los programas “Foreign National Loans” han aumentado un 18% en lo que va de 2025. Y Fannie Mae estima que los compradores no residentes representarán el 8.2% del total de hipotecas aprobadas en el segundo semestre.
Comportamiento del mercado
Desde que se anunció la ley en mayo, el mercado ha reaccionado positivamente. El índice S&P 500 creció un 2.3% en la semana posterior, y el sector inmobiliario (REITs) se valorizó un 3.1%, según datos de Bloomberg. Aunque los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, indicando preocupación por inflación, los grandes capitales se están reposicionando en activos reales.
Cómo posicionarse estratégicamente
Lending Bankers Mortgage ha identificado las siguientes estrategias clave:
Comprar propiedad multifamiliar o de uso mixto en mercados secundarios como Arizona, Tampa, Hollywood, FL, Dania Beach, Houston o Charlotte, donde los precios siguen accesibles y hay alta demanda.
Acceder a préstamos DSCR o Foreign National Loan, sin necesidad de historial crediticio en los Estados Unidos.
Invertir en fondos de renta fija ligados a proyectos públicos impulsados por la reforma, especialmente en infraestructura.
Aprovechar la baja tributación en estructuras LLC o en fideicomisos, asesorado por contadores y abogados expertos.
Diversificar en dólar fuerte para protegerse de las devaluaciones en LATAM. Por ejemplo, el peso colombiano perdió un 17% frente al dólar en los últimos pocos meses, mientras que el bolívar venezolano más del 200%.
Consideraciones finales
La “One Big Beautiful Bill Act” es mucho más que una reforma fiscal. Es una señal clara del rumbo que tomará la economía más poderosa del mundo: incentivos a la producción, apoyo al inversor privado, flexibilidad tributaria, y un entorno más dinámico para generar riqueza.
Frente a un escenario como este, los inversionistas con visión, no se asustan con los titulares de deuda o déficit. Los inversionistas conocedores actúan, se posicionan, protegen su dinero y apuestan por entornos sólidos y legalmente protegidos.
América Latina está viviendo una ola de incertidumbre en la mayoría de sus países: inflación, tipos de cambio volátiles, caída del poder adquisitivo, reformas socialistas. Pero Estados Unidos sigue siendo un faro de estabilidad y rentabilidad.
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